En calle Alem, a escasos 200 metros de la plaza 1º de Mayo (en pleno centro neurálgico de Paraná) se encuentra una antigua casona que durante años ha sido marcada como una “casa embrujada” y no solo ha despertado la curiosidad de los paranaenses sino que también ha sido el epicentro de hechos realmente tenebrosos.
Muchas veces, la falta de información y la confianza llevan a personas simples y sencillas a hechos que pueden modificar su vida.
Esta casa fue el escenario de un hecho horrendo para sus moradores.
El joven matrimonio de Javier y Mariela, a quienes acompañaba su bebé de seis meses (Jonathan) se mudaba al centro. En un primer momento no les resultó extraño que esa casa céntrica, aunque antigua, tuviera el mismo valor en alquiler que la que habitaban en la periferia de Paraná.
Era para ellos un golpe de suerte haber conseguido un alquiler tan barato, basta de colectivos, demoras y calles oscuras, podían vivir en el centro por la misma plata. Pero lo que parecía una suerte resultó algo diabólico y fue el culpable de que vivieran en la casa solo un día y una noche … una larga y terrible noche.
Luego del trajín de la mudanza, el cansancio los llevó a acostarse temprano y dormirse rápidamente. A la madrugada Javier se despertó sobresaltado, su bebé que dormía en la habitación contigua lloraba desesperadamente, por lo que fue a verlo, y la escena que vio realmente lo alarmó: Una fuerza invisible tiraba al niño de los pies, las piernas salían por entre los barrotes de la cuna y Jonathan lloraba atascado contra las maderas.
Cuando Javier se acercó, “algo” lo golpeó en el pecho, empujándolo contra la pared, mientras el ropero de la habitación se movió solo desde la otra pared para aprisionarlo contra el suelo.
Sus gritos y el llanto del bebé despertaron a Mariela, que horrorizada fue testigo de los hechos.
No tienen vergüenza en confesar que rezaron toda la madrugada, acurrucados los tres en un rincón hasta que amaneció. Juntaron sus pertenencias y se fueron. Recién después de una semana mandaron a la empresa de mudanzas a retirar los muebles con la expresa orden de dejar allí la cuna del bebé.
Muchos hechos similares han vuelto a ocurrir en el lugar.-
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